La vitamina D está presente de forma natural en muy pocos alimentos, pero podemos reforzarla tomando suplementos dietéticos. También se produce cuando los rayos ultravioleta de la luz solar chocan contra la piel y activan la síntesis de esta vitamina. Sus funciones son esenciales para mantenernos sanos, influye especialmente en la absorción del calcio y el estado de los huesos, fortalece el sistema inmune y reduce la inflamación.
Pero “tomar el sol” no es lo mismo que “que nos dé el sol”. Si pasas todo el día sentado y el sol solo entra por la ventana, de poco servirá que sea verano y que los días duren más, tu relación con la luz solar es más parecida a la de un nórdico de lo crees.
¿Cómo puedes mejorarlo? Ten en cuenta que, para obtener unos buenos niveles de Vitamina D, deberías tomar el sol entre 10 y 15 minutos al día. Durante el verano conviene evitar las horas de máxima radiación, mejor por la mañana o por la tarde y utiliza siempre una protección alta en cara y escote.
En invierno sucede a la inversa, las horas de máxima radiación son las adecuadas para tomar el sol, ya que el resto del día no es suficiente para activar la metabolización de la vitamina.
Las zonas donde mejor se sintetiza son el abdomen, la espalda y las piernas. Aquellas partes del cuerpo en las que te pongas crema no podrán realizar la función, por lo que es aconsejable tomar el sol primero de manera rigurosa sin protección (insisto, excepto cara, cuello y escote) y después, si el baño solar va a continuar, untarte bien para no sufrir quemaduras.
Por si aún no te tomas en serio el tema de la vitamina D, debes saber que su deficiencia está íntimamente relacionada con problemas respiratorios frecuentes, pérdida de masa ósea y dolores articulares, diabetes, depresión estacional y aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Si padeces alguno de estos síntomas no dudes en hacerte una analíticia de sangre para comprobar cómo éstas.
Aquí van algunas ideas prácticas para integrar el sol en tu jornada diaria:
– Programa las reuniones al aire libre y haz tus llamadas en el exterior. En lugar de quedarte en la oficina reúnete en una terraza o aprovecha para dar un pequeño paseo si tienes que realizar varias llamadas.
– Come al aire libre. La comida es un momento perfecto para sacar la cabeza del agujero; aprovecha para caminar un rato aunque sea en un entorno urbano, hacer una pausa bajo el sol también reducirá tus niveles de cortisol.
– Si estás cerca de una ventana, cambia la orientación del escritorio de forma que puedas ver el exterior, este simple cambio puede aumentar tu exposición a la luz del día. Varios estudios indican que trabajar cerca de una ventana nos ayuda a estar más activos físicamente y a equilibrar los ritmos circadianos, mejorando la calidad del sueño.
En la App de The Holistic Concept disponemos de muchos ejercicios que puedes realizar al aire libre, perfectos para tomarte un respiro, tomar el sol y mejorar tu bienestar a todos los niveles.
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