Las empresas de toda la Unión Europea están obligadas por ley a asegurar un tratamiento igualitario de los empleados y a combatir todo tipo de discriminación por motivos de sexo, raza u origen étnico, religión o creencias, incapacidad, edad u orientación sexual. A pesar de esta normativa, existen muchos prejuicios y estos afectan a los comportamientos y a las decisiones dentro de los puestos de trabajo, tanto de manera implícita como explícita.
A pesar de estas leyes, las conclusiones del informe “The Workforce in Europe 2018” realizado por ADP, proveedor global de soluciones de Gestión del Capital Humano, revelan que más de uno de cada tres (34%) trabajadores europeos se ha sentido discriminado en el trabajo por algún motivo. El 37 % de los trabajadores españoles se ha sentido discriminado, el 42% en Italia, y el 37% en Francia y el Reino Unido, mientras que los Países Bajos tienen la menor incidencia, con un 21%.
Una vez más se aduce la edad como el principal motivo de discriminación, citado por el 10% de los empleados, seguido del sexo (8%), la procedencia (5%) y la formación (5%). La discriminación por sexo es mayor entre las empleadas mujeres (12%), mientras que la discriminación por edad aumenta entre los mayores de 55 (17%) y los menores de 25 (17%), lo que sugiere que no se trata de un tema únicamente del grupo de mayor edad.
Diferencia salarial entre sexos
A pesar del principio de igualdad salarial establecido en el derecho de la UE, las mujeres todavía cobran, de media, un 16,3% menos que los hombres en toda Europa. Por este motivo, algunos países han introducido la obligatoriedad de informar sobre las diferencias salariales entre hombres y mujeres, en un intento de acabar con esta inaceptable diferencia en los salarios.
En general, la mayoría de los empleados europeos confían en que su empresa esté pagando igual a hombres y mujeres. En España, un 23% de los encuestados cree necesario la realización de un informe sobre la diferencia salarial entre sexos en su empresa.
Las cifras varían en función de si se pregunta a hombres o mujeres. Una cuarta parte (25%) de las empleadas mujeres creen que es necesario elaborar los informes sobre diferencia salarial en comparación con el 19% de sus colegas hombres. También es algo más popular entre los grupos más jóvenes; más de una cuarta parte (28%) del grupo de 25 a 34 años está a favor, en comparación con solo el 16% entre los mayores de 55.
Por sectores, los empleados del sector de servicios financieros se inclinan más a considerar que es necesario que se realicen informes sobre la diferencia salarial entre sexos en su empresa (30%), seguidos de cerca por los empleados de IT y telecomunicaciones (27%). En cambio, los trabajadores del sector público tienen mucha menor tendencia a creer que sea necesario (9%).
Según Georgina Soca, directora de Recursos Humanos de ADP España, “es vital que las empresas pongan en marcha sus propias medidas de igualdad para asegurarse de que se cumplan, lo que pasa por auditar los sistemas y los procesos actuales, crear una detallada política de igualdad y construir un plan de acción para ponerlo en marcha. Una combinación adecuada de formación de los empleados y comunicación, los procesos y procedimientos idóneos y una supervisión regular del progreso construirán los cimientos de una cultura más igualitaria”.
Discriminación por edad y sectores
Las denuncias por discriminación por edad son más prevalentes en el Reino Unido (12%), mientras que los empleados españoles denuncian tener más probabilidades de ser tratados de forma distinta por cuestión de sexo (12%) y los italianos por su procedencia (10%). Los empleados de los sectores del arte y la cultura manifiestan sufrir más discriminación que en otros sectores (48%), mientras que una gran proporción de los empleados de ventas, los medios de comunicación y marketing (40%) y los servicios financieros (40%) también aseguran haberse enfrentado a este problema en el trabajo.
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