25 de noviembre de 2024
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III Informe Discapacidad y Familia

III Informe Discapacidad y Familia

 

Las familias con hijos con discapacidad invierten una media de 400€ mensuales en terapias y tratamientos específicos.
El gasto anual asciende a 4.800 euros. Para un mayoritario 33,8%, esta cantidad representa entre el 20% y el 30% del presupuesto familiar. Para otro 18,4%, la cuantía supone entre el 30% y el 40% del total de ingresos familiares.
El 58% de las familias encuestadas se sustenta con un solo salario.
Un 75% de las familias con miembros con discapacidad afirma llegar con dificultad a fin de mes, frente al 60% del resto de las familias, según el INE.
Frente al aspecto económico, prevalece el sentimiento familiar: el 90% de los encuestados asegura que tener un hijo con discapacidad le ha aportado valores hasta entonces desconocidos. Los más repetidos: aprender a priorizar, fuerza de voluntad, tolerancia, amplitud de miras o empatía.
Un 59% cree que su hijo con discapacidad no podrá trabajar nunca, principalmente debido a prejuicios en la sociedad y en la empresa.
La sobreprotección tampoco ayuda: 4 de cada 10 encuestados opta por pautar y supervisar a su hijo en lugar de fomentar que desarrolle por sí mismo sus tareas.
La Fundación Adecco atiende a 1.170 personas con discapacidad a través del Plan Familia, programa para apoyar el desarrollo social y laboral de los familiares con discapacidad de los empleados de 171 empresas.
Las familias encuestadas realizan demandas y peticiones para mejorar su situación y la calidad de vida de su hijo con discapacidad.
El próximo 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia, celebración que nos invita a profundizar en la situación de miles de familias que están atravesando grandes dificultades en tiempos de crisis, como pueden ser aquéllas que tienen algún miembro con discapacidad. Además, este 2014 se conmemora el 20 Aniversario del Año Internacional de la Familia, que fue proclamado en 1994.
Por este motivo, la Fundación Adecco ha elaborado el Tercer Informe Discapacidad y Familia, cuyo objetivo es realizar una aproximación a la situación de las familias que tienen a personas con discapacidad, así como identificar sus preocupaciones, necesidades y demandas.
Las conclusiones del informe se basan en una encuesta realizada a 500 familias residentes en España.
El familiar con discapacidad es lo primero
Los resultados de la encuesta arrojan un gran compromiso de las familias con sus hijos con discapacidad. De hecho, un 85% de los encuestados afirma que éstos reciben terapias o tratamientos específicos que impactan positivamente en su desarrollo. Frente a ellos, un 15% declara lo contrario, en la mayor parte de los casos por imposibilidad de afrontar el gasto.
Centrándonos en este 85% observamos que la media de gasto mensual dirigido a estas terapias se sitúa en los 400 € mensuales, cifra que anualmente asciende a los 4.800€.
Esta cantidad llama especialmente la atención si la traducimos a porcentaje. Así, para un mayoritario 33,8%, esta cantidad representa entre el 20% y el 30% del presupuesto familiar. Por otra parte, para un 18,4%, la cuantía supone entre el 30% y el 40% del presupuesto familiar. Además destaca un 4,8% para el que la cantidad representa más del 40% de sus ingresos.
Según Teresa Pérez, Consultora de Plan Familia en la Fundación Adecco: “Estas terapias son diferentes a las actividades extraescolares que realizan los hijos sin discapacidad (fútbol, ajedrez, natación, etc), ya que éstas persiguen un objetivo formativo o de ocio, y las que reciben los niños con discapacidad tienen un objetivo médico o terapéutico: mejorar la calidad de vida, el estado de salud, la autonomía física y/o psíquica, la integración laboral o el desarrollo psicosocial. En la mayoría de los casos, hablamos de tratamientos de larga duración, que se prolongan en el tiempo para reforzar habilidades adquiridas y conseguir nuevas”:
Llegar a fin de mes: un reto mayor
Un 58% de las familias se sustenta a partir de los ingresos de una sola persona. En otras palabras, sólo uno de los dos progenitores tiene empleo.  En muchos casos, esta situación se debe a una elección por parte de los padres, quienes optan porque uno de los 2 trabaje fuera de casa, mientras que otro se encargue de manera directa de los cuidados que el hijo con discapacidad requiere.
Siendo mayoritario el porcentaje de familias en las que sólo un miembro trabaja, resulta lógico pensar que las dificultades para llegar a fin de mes se hacen mayores.
Según constata la Encuesta de Condiciones de Vida realizada por el INE, aproximadamente un 65% de las familias españolas encuentra más o menos dificultades para hacer frente a sus gastos mensuales.
Esta situación aparece acentuada en el caso de las familias que tienen a una persona con discapacidad. Según la presente encuesta, un 75% encuentra dificultades para llegar a fin de mes. Un 29% de ellas afirma que tiene que afrontar “muchas dificultades;” un 17% encuentra “dificultades” y otro 29% “ciertas dificultades”.
El siguiente cuadro muestra esta información en detalle. En rojo, aparecen las familias que encuentran dificultades para llegar a fin de mes, clasificadas en función de la intensidad de esta dificultad. En blanco, las que no encuentran ningún tipo de problema.
Dificultades para llegar a fin de mes hogares A nivel general Hogares con personas con discapacidad
      Con mucha dificultad 16,9% 29%
      Con dificultad 19,7% 17%
      Con cierta dificultad 28,3% 29%
      Con cierta facilidad 23,8% 20%
      Con facilidad 10,3% 4%
      Con mucha facilidad 1% 1%
TOTAL 100% 100%
Entre las causas que subyacen a los mayores apuros de las familias con miembros con discapacidad, podemos destacar los ya mencionados recursos destinados a su atención y los tratamientos específicos que recibe el familiar, para mejorar su calidad de vida y fomentar su desarrollo.
Prioridad nº1: el bienestar del familiar con discapacidad
Tengan o no dificultades para llegar a fin de mes, los encuestados tienen claro que el bienestar de su familiar con discapacidad está por encima de todo. 
Según un 90% de los encuestados, el hecho de tener un hijo con discapacidad le ha aportado una nueva perspectiva de la vida y se ha enriquecido como persona y ser humano.
De todos los valores citados por los encuestados, algunos han sido repetidos de forma recurrente. En esta tabla reflejamos el TOP 10, por orden de menciones:
ACTITUDES APRENDIDAS A TRAVÉS DEL HIJO CON DISCAPACIDAD
1 Aprender a priorizar
2 Fuerza de voluntad
3 Tolerancia
4 Amplitud de miras: visión global de las personas y su diversidad
5 El valor de las pequeñas cosas
6 Empatía: capacidad para ponerte en la piel del otro
7 Paciencia
8 Solidaridad
9 Motivación
10 Bondad
  
Aquí rescatamos la observación que ha realizado una de las encuestadas, por resumir muy bien este sentimiento: “lo que más me llena en el mundo es ver cómo mi hijo va progresando, siendo capaz de realizar cosas nuevas: decir una nueva palabra, aprender un nuevo movimiento, para él todo son hitos y cualquier esfuerzo se queda en nada comparado con la satisfacción que sentimos cuando le vemos avanzar”.
Por este motivo, los encuestados no dudan en poner en práctica terapias para mejorar el desarrollo, bienestar y calidad de vida de su familiar con discapacidad. Casi la mitad de ellas son de tipo terapéutico (hidroterapias, fisioterapias, equinoterapias, logopedias, etc); seguidas de las formativas (26,1%) y las relacionadas con el ocio y el deporte, para fomentar las habilidades físicas, sociales y de comunicación (19,2%) Además, un 5,6% desarrolla otro tipo de terapias.
Estas terapias proyectan un gran optimismo a los familiares del beneficiario con discapacidad: el 33% cree que serán muy útiles; el 43% bastante útiles; el 20% algo útiles y tan sólo un 4% considera que serán poco o nada útiles.
A pesar de la inversión en terapias y tratamientos, un 58% de las familias no confía en que su hijo llegue a conseguir empleo algún día.  Concretamente, un 30% cree que no conseguirá trabajo debido a prejuicios y estereotipos fuertemente asentados en la sociedad  y en la empresa, que impiden la incorporación de personas con discapacidad en condiciones normalizadas.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “En efecto, estos prejuicios son los principales frenos para la plena integración de las personas con discapacidad y los responsables de que no puedan realizarse laboralmente en condiciones normalizadas. Desde la Fundación Adecco, ponemos el acento en la sensibilización y en el impulso de una nueva visión de la gestión de la diversidad, para erradicar por completo la discriminación”.
Asimismo, un 28% opina que su hijo no podrá acceder a un puesto de trabajo debido a que su discapacidad le impedirá tener la autonomía suficiente como para poder trabajar.
Frente a ellos, un 42% es más optimista y considera que su hijo podrá acceder a un puesto de trabajo como cualquier otra persona.
Sin embargo, y a pesar del ineludible peso de los estereotipos y prejuicios sociales, recientes estudios demuestran que la propia familia también puede suponer un freno para que la persona se realice plenamente. 
Según José Marcos Gómez, profesor de Didáctica en la Universidad de Alicante (UA), “los miedos de las madres resultan especialmente intensos y condicionan el desarrollo del potencial de su hijo mediante la sobreprotección”.  Para favorecer la inclusión laboral de las personas con discapacidad, el experto propone una serie de actitudes prácticas como “involucrar al propio interesado en la toma de decisiones, permitiendo incluso que se equivoque” o “realizar una orientación profesional desde la escuela”.
Según los datos de la presente encuesta, un 38,9% de los encuestados tiende a la sobreprotección, aunque sin ser consciente de ello. Frente a ellos, un mayoritario 61,1% intenta fomentar la autonomía de su familiar con discapacidad.
Más sensibilización
Prácticamente la totalidad de los encuestados (97%) demanda más apoyos para facilitar la vida de las familias que tienen a personas con discapacidad. Por encima del aspecto económico, destaca el social: un 66% considera que hace falta más sensibilización en la sociedad y en los entornos educativos y laborales para hacerlos más inclusivos.
Asimismo, un 63% y un 56% demandan más ayudas económicas, en forma de acceso a bienes y servicios o a subvenciones, respectivamente. Por último, un 30% apela a la accesibilidad, destacando que es necesario eliminar las barreras arquitectónicas para normalizar.
Aquí incluimos algunas de las peticiones concretas:
La mejor ayuda para una persona con discapacidad es conseguir un empleo. Sentirse integrado. 
Que realmente se vea a las personas con discapacidad como personas, no como problemas o cargas para la sociedad, y se prioricen recursos para la atención de las necesidades que presentan.
Es muy importante trabajar con las personas con discapacidad para su integración en el mundo que les rodea, pero a la vez es igual de importante trabajar con el resto de la sociedad para que sepan cómo «tratar» a estas personas al encontrárselas en su día a día. Ellos quieren ser independientes e ir solos a comprar, a sus desplazamientos cortos, etc., pero la sociedad no está tan preparada para verlos solos por la calle, en una tienda, en el autobús, etc. Esto se tendría que trabajar mucho.
Creo que sería muy importante que hubiera centros gratuitos con atención educativa, entretenimiento y ocio por las tardes y mañanas de sábados para atender al resto de la familia, en mi caso a mis otros 2 hijos pequeños en edad escolar.
Que se mejoren las ayudas independientemente de las rentas. Hay que tener en cuenta que el tema de la renta es un dato subjetivo, pues hay gente que es autónoma por ejemplo y que puede tener mayores ingresos. No es justo que el hecho de trabajar por cuenta ajena pueda limitar estas ayudas que son necesarias para todos.
Mi hijo es gran dependiente y echo en falta poder compaginar el trabajo con la familia sin que eso suponga una reducción tan grande en el sueldo, ya que por desgracia el dinero es necesario para los tratamientos de especialistas que mi hijo necesita. Yo tengo la necesidad de acompañarle a todos ellos.
Que la gente no girase la cara al ver un discapacitado. Verlo como algo normal, no como excepcional. El tener que rellenar esta encuesta denota que aún no somos una sociedad avanzada que integra a las personas con discapacidad como uno más.
El Plan Familia Fundación Adecco
Consciente de las dificultades añadidas que atraviesan las familias que tienen a algún miembro con discapacidad y en línea con su compromiso social, la Fundación Adecco desarrolla, desde hace 12 años, el Plan Familia en 171 empresas colaboradoras.
Este programa se dirige a las personas que están más cerca de los trabajadores de las empresas con las que colabora la Fundación Adecco: sus familiares con discapacidad. Con ellos se trabaja principalmente en 5 áreas transversales: médica, social, formativa, de ocio y laboral, con el objetivo de preparar a los beneficiarios para el acceso al empleo.
Según Sol Cano, consultora de Plan Familia de la Fundación Adecco: “buscar empleo no es tarea sencilla y no siempre puede abordarse de manera directa. Por este motivo, hay que trabajar con la persona en diferentes áreas que le ayuden a fomentar su autonomía y habilidades y, de este modo, estar más cerca del objetivo laboral. El Plan Familia no sólo supone un desahogo económico, sino un asesoramiento especializado e individualizado que garantiza el correcto desarrollo del beneficiario”.
Actualmente, ya existen 171 empresas las que desarrollan este programa, que da servicio a 1.170 beneficiarios con discapacidad. 

Las familias con hijos con discapacidad invierten una media de 400€ mensuales en terapias y tratamientos específicos.

 

El gasto anual asciende a 4.800 euros. Para un mayoritario 33,8%, esta cantidad representa entre el 20% y el 30% del presupuesto familiar. Para otro 18,4%, la cuantía supone entre el 30% y el 40% del total de ingresos familiares.

El 58% de las familias encuestadas se sustenta con un solo salario.

Un 75% de las familias con miembros con discapacidad afirma llegar con dificultad a fin de mes, frente al 60% del resto de las familias, según el INE.

Frente al aspecto económico, prevalece el sentimiento familiar: el 90% de los encuestados asegura que tener un hijo con discapacidad le ha aportado valores hasta entonces desconocidos. Los más repetidos: aprender a priorizar, fuerza de voluntad, tolerancia, amplitud de miras o empatía.

Un 59% cree que su hijo con discapacidad no podrá trabajar nunca, principalmente debido a prejuicios en la sociedad y en la empresa.

La sobreprotección tampoco ayuda: 4 de cada 10 encuestados opta por pautar y supervisar a su hijo en lugar de fomentar que desarrolle por sí mismo sus tareas.

La Fundación Adecco atiende a 1.170 personas con discapacidad a través del Plan Familia, programa para apoyar el desarrollo social y laboral de los familiares con discapacidad de los empleados de 171 empresas.

Las familias encuestadas realizan demandas y peticiones para mejorar su situación y la calidad de vida de su hijo con discapacidad.

 

El próximo 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia, celebración que nos invita a profundizar en la situación de miles de familias que están atravesando grandes dificultades en tiempos de crisis, como pueden ser aquéllas que tienen algún miembro con discapacidad. Además, este 2014 se conmemora el 20 Aniversario del Año Internacional de la Familia, que fue proclamado en 1994.

 

Por este motivo, la Fundación Adecco ha elaborado el Tercer Informe Discapacidad y Familia, cuyo objetivo es realizar una aproximación a la situación de las familias que tienen a personas con discapacidad, así como identificar sus preocupaciones, necesidades y demandas.

 

Las conclusiones del informe se basan en una encuesta realizada a 500 familias residentes en España.

 

El familiar con discapacidad es lo primero

Los resultados de la encuesta arrojan un gran compromiso de las familias con sus hijos con discapacidad. De hecho, un 85% de los encuestados afirma que éstos reciben terapias o tratamientos específicos que impactan positivamente en su desarrollo. Frente a ellos, un 15% declara lo contrario, en la mayor parte de los casos por imposibilidad de afrontar el gasto.

 

Centrándonos en este 85% observamos que la media de gasto mensual dirigido a estas terapias se sitúa en los 400 € mensuales, cifra que anualmente asciende a los 4.800€.

 

Esta cantidad llama especialmente la atención si la traducimos a porcentaje. Así, para un mayoritario 33,8%, esta cantidad representa entre el 20% y el 30% del presupuesto familiar. Por otra parte, para un 18,4%, la cuantía supone entre el 30% y el 40% del presupuesto familiar. Además destaca un 4,8% para el que la cantidad representa más del 40% de sus ingresos.

 

Según Teresa Pérez, Consultora de Plan Familia en la Fundación Adecco: “Estas terapias son diferentes a las actividades extraescolares que realizan los hijos sin discapacidad (fútbol, ajedrez, natación, etc), ya que éstas persiguen un objetivo formativo o de ocio, y las que reciben los niños con discapacidad tienen un objetivo médico o terapéutico: mejorar la calidad de vida, el estado de salud, la autonomía física y/o psíquica, la integración laboral o el desarrollo psicosocial. En la mayoría de los casos, hablamos de tratamientos de larga duración, que se prolongan en el tiempo para reforzar habilidades adquiridas y conseguir nuevas”:

 

Llegar a fin de mes: un reto mayor

Un 58% de las familias se sustenta a partir de los ingresos de una sola persona. En otras palabras, sólo uno de los dos progenitores tiene empleo.  En muchos casos, esta situación se debe a una elección por parte de los padres, quienes optan porque uno de los 2 trabaje fuera de casa, mientras que otro se encargue de manera directa de los cuidados que el hijo con discapacidad requiere.

 

Siendo mayoritario el porcentaje de familias en las que sólo un miembro trabaja, resulta lógico pensar que las dificultades para llegar a fin de mes se hacen mayores.

 

Según constata la Encuesta de Condiciones de Vida realizada por el INE, aproximadamente un 65% de las familias españolas encuentra más o menos dificultades para hacer frente a sus gastos mensuales.

 

Esta situación aparece acentuada en el caso de las familias que tienen a una persona con discapacidad. Según la presente encuesta, un 75% encuentra dificultades para llegar a fin de mes. Un 29% de ellas afirma que tiene que afrontar “muchas dificultades;” un 17% encuentra “dificultades” y otro 29% “ciertas dificultades”.

 

El siguiente cuadro muestra esta información en detalle. En rojo, aparecen las familias que encuentran dificultades para llegar a fin de mes, clasificadas en función de la intensidad de esta dificultad. En blanco, las que no encuentran ningún tipo de problema.

 

Dificultades para llegar a fin de mes hogares A nivel general Hogares con personas con discapacidad

      Con mucha dificultad 16,9% 29%

      Con dificultad 19,7% 17%

      Con cierta dificultad 28,3% 29%

      Con cierta facilidad 23,8% 20%

      Con facilidad 10,3% 4%

      Con mucha facilidad 1% 1%

TOTAL 100% 100%

 

Entre las causas que subyacen a los mayores apuros de las familias con miembros con discapacidad, podemos destacar los ya mencionados recursos destinados a su atención y los tratamientos específicos que recibe el familiar, para mejorar su calidad de vida y fomentar su desarrollo.

 

Prioridad nº1: el bienestar del familiar con discapacidad

 

Tengan o no dificultades para llegar a fin de mes, los encuestados tienen claro que el bienestar de su familiar con discapacidad está por encima de todo. 

 

Según un 90% de los encuestados, el hecho de tener un hijo con discapacidad le ha aportado una nueva perspectiva de la vida y se ha enriquecido como persona y ser humano.

 

De todos los valores citados por los encuestados, algunos han sido repetidos de forma recurrente. En esta tabla reflejamos el TOP 10, por orden de menciones:

 

ACTITUDES APRENDIDAS A TRAVÉS DEL HIJO CON DISCAPACIDAD

1 Aprender a priorizar

2 Fuerza de voluntad

3 Tolerancia

4 Amplitud de miras: visión global de las personas y su diversidad

5 El valor de las pequeñas cosas

6 Empatía: capacidad para ponerte en la piel del otro

7 Paciencia

8 Solidaridad

9 Motivación

10 Bondad

 

Aquí rescatamos la observación que ha realizado una de las encuestadas, por resumir muy bien este sentimiento: “lo que más me llena en el mundo es ver cómo mi hijo va progresando, siendo capaz de realizar cosas nuevas: decir una nueva palabra, aprender un nuevo movimiento, para él todo son hitos y cualquier esfuerzo se queda en nada comparado con la satisfacción que sentimos cuando le vemos avanzar”.

 

Por este motivo, los encuestados no dudan en poner en práctica terapias para mejorar el desarrollo, bienestar y calidad de vida de su familiar con discapacidad. Casi la mitad de ellas son de tipo terapéutico (hidroterapias, fisioterapias, equinoterapias, logopedias, etc); seguidas de las formativas (26,1%) y las relacionadas con el ocio y el deporte, para fomentar las habilidades físicas, sociales y de comunicación (19,2%) Además, un 5,6% desarrolla otro tipo de terapias.

 

Estas terapias proyectan un gran optimismo a los familiares del beneficiario con discapacidad: el 33% cree que serán muy útiles; el 43% bastante útiles; el 20% algo útiles y tan sólo un 4% considera que serán poco o nada útiles.

 

A pesar de la inversión en terapias y tratamientos, un 58% de las familias no confía en que su hijo llegue a conseguir empleo algún día.  Concretamente, un 30% cree que no conseguirá trabajo debido a prejuicios y estereotipos fuertemente asentados en la sociedad  y en la empresa, que impiden la incorporación de personas con discapacidad en condiciones normalizadas.

 

Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “En efecto, estos prejuicios son los principales frenos para la plena integración de las personas con discapacidad y los responsables de que no puedan realizarse laboralmente en condiciones normalizadas. Desde la Fundación Adecco, ponemos el acento en la sensibilización y en el impulso de una nueva visión de la gestión de la diversidad, para erradicar por completo la discriminación”.

 

Asimismo, un 28% opina que su hijo no podrá acceder a un puesto de trabajo debido a que su discapacidad le impedirá tener la autonomía suficiente como para poder trabajar.

 

Frente a ellos, un 42% es más optimista y considera que su hijo podrá acceder a un puesto de trabajo como cualquier otra persona.

 

Sin embargo, y a pesar del ineludible peso de los estereotipos y prejuicios sociales, recientes estudios demuestran que la propia familia también puede suponer un freno para que la persona se realice plenamente. 

 

Según José Marcos Gómez, profesor de Didáctica en la Universidad de Alicante (UA), “los miedos de las madres resultan especialmente intensos y condicionan el desarrollo del potencial de su hijo mediante la sobreprotección”.  Para favorecer la inclusión laboral de las personas con discapacidad, el experto propone una serie de actitudes prácticas como “involucrar al propio interesado en la toma de decisiones, permitiendo incluso que se equivoque” o “realizar una orientación profesional desde la escuela”.

 

Según los datos de la presente encuesta, un 38,9% de los encuestados tiende a la sobreprotección, aunque sin ser consciente de ello. Frente a ellos, un mayoritario 61,1% intenta fomentar la autonomía de su familiar con discapacidad.

 

Más sensibilización

Prácticamente la totalidad de los encuestados (97%) demanda más apoyos para facilitar la vida de las familias que tienen a personas con discapacidad. Por encima del aspecto económico, destaca el social: un 66% considera que hace falta más sensibilización en la sociedad y en los entornos educativos y laborales para hacerlos más inclusivos.

 

Asimismo, un 63% y un 56% demandan más ayudas económicas, en forma de acceso a bienes y servicios o a subvenciones, respectivamente. Por último, un 30% apela a la accesibilidad, destacando que es necesario eliminar las barreras arquitectónicas para normalizar.

 

 

Aquí incluimos algunas de las peticiones concretas:

 

La mejor ayuda para una persona con discapacidad es conseguir un empleo. Sentirse integrado. 

 

Que realmente se vea a las personas con discapacidad como personas, no como problemas o cargas para la sociedad, y se prioricen recursos para la atención de las necesidades que presentan.

 

Es muy importante trabajar con las personas con discapacidad para su integración en el mundo que les rodea, pero a la vez es igual de importante trabajar con el resto de la sociedad para que sepan cómo «tratar» a estas personas al encontrárselas en su día a día. Ellos quieren ser independientes e ir solos a comprar, a sus desplazamientos cortos, etc., pero la sociedad no está tan preparada para verlos solos por la calle, en una tienda, en el autobús, etc. Esto se tendría que trabajar mucho.

 

Creo que sería muy importante que hubiera centros gratuitos con atención educativa, entretenimiento y ocio por las tardes y mañanas de sábados para atender al resto de la familia, en mi caso a mis otros 2 hijos pequeños en edad escolar.

 

Que se mejoren las ayudas independientemente de las rentas. Hay que tener en cuenta que el tema de la renta es un dato subjetivo, pues hay gente que es autónoma por ejemplo y que puede tener mayores ingresos. No es justo que el hecho de trabajar por cuenta ajena pueda limitar estas ayudas que son necesarias para todos.

 

Mi hijo es gran dependiente y echo en falta poder compaginar el trabajo con la familia sin que eso suponga una reducción tan grande en el sueldo, ya que por desgracia el dinero es necesario para los tratamientos de especialistas que mi hijo necesita. Yo tengo la necesidad de acompañarle a todos ellos.

 

Que la gente no girase la cara al ver un discapacitado. Verlo como algo normal, no como excepcional. El tener que rellenar esta encuesta denota que aún no somos una sociedad avanzada que integra a las personas con discapacidad como uno más.

 

El Plan Familia Fundación Adecco

Consciente de las dificultades añadidas que atraviesan las familias que tienen a algún miembro con discapacidad y en línea con su compromiso social, la Fundación Adecco desarrolla, desde hace 12 años, el Plan Familia en 171 empresas colaboradoras.

 

Este programa se dirige a las personas que están más cerca de los trabajadores de las empresas con las que colabora la Fundación Adecco: sus familiares con discapacidad. Con ellos se trabaja principalmente en 5 áreas transversales: médica, social, formativa, de ocio y laboral, con el objetivo de preparar a los beneficiarios para el acceso al empleo.

 

Según Sol Cano, consultora de Plan Familia de la Fundación Adecco: “buscar empleo no es tarea sencilla y no siempre puede abordarse de manera directa. Por este motivo, hay que trabajar con la persona en diferentes áreas que le ayuden a fomentar su autonomía y habilidades y, de este modo, estar más cerca del objetivo laboral. El Plan Familia no sólo supone un desahogo económico, sino un asesoramiento especializado e individualizado que garantiza el correcto desarrollo del beneficiario”.

 

Actualmente, ya existen 171 empresas las que desarrollan este programa, que da servicio a 1.170 beneficiarios con discapacidad. 

 

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