Recursos Humanos RRHH Digital El presidente de Eulen, David Alvarez, ha denunciado que sus cinco hijos ‘díscolos’ han vaciado la sociedad de El Enebro, llevándose más de 80 millones de euros, «para que cuando se produzca el triunfo de su padre en el procedimiento judicial» que mantienen abierto, éste se encuentre con «la caja vacía» y, además, «una pesada deuda» de la sociedad, según ha advertido en un comunicado.
Los cinco hijos ‘díscolos’ han decidido vender la mayoría de sus acciones en el grupo de prestación de servicios a El Enebro, la sociedad patrimonial de la familia Alvarez, por cerca de 80 millones de euros, según han informado a Europa Press en fuentes conocedoras de la transacción.
Tras esta operación, los cinco hermanos Alvarez abandonan Eulen, donde poseían un total del 27% del capital, y se concentran en la sociedad patrimonial de la familia, a su vez titular de Bodegas Vega Sicilia y Valles del Esla. No obstante, se quedan con una pequeña parte que les autoriza a participar en los consejos de Eulen.
De esta forma, Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo controlan el 70% de El Enebro, mientras que el 30% restante sigue en manos de su padre y sus dos otros hijos, María José y Jesús David, con los que mantienen un enfrentamiento familiar desde hace años.
A su vez, El Enebro, que ya poseía un 9,3% del capital social de Eulen, al margen de las participaciones individuales de los cinco hermanos, se convierte así en el segundo accionista del grupo de servicios, con un 36,3% de las acciones. Por delante se sitúa Daval, la sociedad que el patriarca constituyó para controlar cerca del 60% de Eulen junto a su hija María José, quien recogerá con toda probabilidad el testigo de la presidencia del grupo.
David Alvarez detalla que el «subterfugio, a través del cual han llegado a tal resultado», ha consistido en vender a la patrimonial El Enebro -sociedad que dominan y, en exclusiva, administran-, la casi totalidad de sus títulos en Eulen «garantizándose el pago de la compraventa mediante una prenda de la mayoría de las acciones de Vega Sicilia, reservándose, además, a su favor, un derecho preferente sobre los dividendos que produzca Vega Sicilia, así como los derechos políticos correspondientes a las acciones pignoradas».
Desde el Grupo Eulen han señalado que «con esta maniobra clandestinamente urdida», los ‘díscolos’ siguen manteniendo en Eulen, ahora a través de El Enebro, la misma participación que antes tenían, a título personal, en dicha sociedad.
Sin embargo, han subrayado que «la diferencia entre el ‘antes’ y el ‘ahora’ estriba en los más de 80 millones de euros de los que han dispuesto en su beneficio, empobreciendo el patrimonio de El Enebro» y en perjuicio de las «legítimas expectativas» de su padre y de los derechos actuales de los restantes accionistas, el propio David Alvarez y sus dos hijos.
Por último, los accionistas afectados han anunciado que están dispuestos a defender sus derechos por las vías que legalmente procedan para defender sus intereses.
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