No faltan al trabajo, ni pierden tiempo durante su jornada laboral, no se cansan ni protestan, son eficaces, eficientes y no cobran una nómina. Los robots son el sueño de todo empresario.
Cada vez son más los trabajos que se ven amenazados por la irrupción de la tecnología. Según un estudio de la Universidad de Oxford, de aquí a 20 años, el 47% de los empleos de EEUU serán realizados por robots. En España, el 11,7% de los empleos tienen una alta probabilidad de ser automatizados, según apunta el informe “Perspectivas de empleo 2017” de la OCDE. Sin embargo, en este contexto en el que la inteligencia artificial es el futuro laboral, los trabajadores disponen de una habilidad para imponerse frente a las máquinas: la creatividad.
Según el estudio “El futuro del trabajo y la creatividad”, elaborado por Steelcase y Microsoft, el 77% de los trabajadores considera que la creatividad es la respuesta para hacer frente a la inteligencia artificial durante los próximos años. En un momento en el que las máquinas asumirán los roles mecánicos y administrativos, la destreza para pensar de forma creativa y con ello, innovar, será determinante para la conservación del empleo”, afirma Alejandro Pociña, presidente de Steelcase. De hecho, 7 de cada 10 trabajadores piensa que su propio éxito laboral en un futuro cercano dependerá de su capacidad para ser creativos.
Destrezas laborales del futuro
De aquí al año 2020, más de una tercera parte de las habilidades principales deseadas en la mayoría de ocupaciones estará compuesta por habilidades que todavía no se consideran cruciales para el trabajo. Así, según la 20ª encuesta a CEOs de PwC correspondiente al 2017, el 52% de los directivos encuestados planea contratar a más trabajadores durante los próximos años, pero las habilidades que consideran más importantes son aquellas que las máquinas no pueden replicar. Entre éstas se incluyen la creatividad y la innovación (habilidad fundamental para un 77% de los CEO), liderazgo (75%), inteligencia emocional (64%), adaptabilidad (61%) y resolución de problemas (61%).
Y es que aunque la inteligencia artificial suponga una amenaza para la amortización de determinados perfiles, también presenta oportunidades puesto que los empleados podrán enfocarse en procesos más estratégicos y de valor añadido, que no pueden ser realizados por las máquinas.
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