Con motivo de la del Día Internacional de la Empresa Familiar, HAYS ha realizado un estudio entre sus candidatos que ofrece importantes conclusiones para el conjunto de estas empresas y sus retos de futuro. Y es que el principal resultado determina que casi un 63% de los trabajadores españoles no forjarían su futuro profesional en una empresa familiar en caso de poder elegir. Esta percepción aumenta medida que el nivel de estudios es más alto, de manera que entre aquellos empleados que disponen de un doctorado la aversión a trabajar en este tipo de empresas crece diez puntos, hasta alcanzar casi un 73%.
Este dato está directamente relacionado con la capacidad de atraer talento que tienen las compañías familiares. En este sentido, tres cuartas partes de los encuestados consideran que este tipo de empresas no tienen ningún tipo de ventajas a la hora de atraer talento, por lo que lanzarían un llamamiento para que siguieran políticas que las hicieran más atractivas frente a otras compañías.
Jane Bamford, Directora de Hays en Levante, Andalucía y País Vasco, estos datos revelan sobre todo un problema de percepción sobre las empresas familiares, ya que considera que “muchas de ellas se han modernizado mucho, exportan fuera y personas que no son de la familia ocupan los puestos clave, consiguiendo un equilibrio. De hecho, en España, muchas empresas familiares son auténticas multinacionales a nivel de facturación”.
Sin embargo, reconoce que “las empresas familiares necesitan seguir avanzando, adaptar algunas tendencias de Recursos Humanos de compañías multinacionales que resaltan la meritocracia y mejorar su imagen como empleador, para poder atraer el talento en un entorno actual muy competitivo en el que los candidatos pueden escoger dónde trabajar.”
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