Uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector de la moda a nivel global es la gestión de productos químicos peligrosos a lo largo de su cadena de suministro. Desde que, a principios de esta década, distintas organizaciones sin ánimo de lucro comenzaran a poner el foco sobre la contaminación que algunas de estas industrias causaban en las aguas con sus vertidos, los fabricantes han conseguido avanzar hacia un mayor control, aunque aún queda mucho por hacer.
“Sucesos recientes como los vividos en Bangalore (India), donde un lago se incendió y estuvo ardiendo durante 12 horas debido a varios factores entre los que se encuentran los vertidos de las industrias cercanas, demuestran que es necesario ir más allá para minimizar y controlar este problema y crear un mundo más seguro”, ha asegurado Niraj Singh, director de Global Technical Services Softlines & Analytical de Bureau Veritas Productos de Consumo, en su visita a España.
Iniciativas a nivel mundial como la Campaña Detox, el Grupo ZDHC (Vertido Cero de Productos Químicos Peligrosos) o el Índice Higg han conseguido el compromiso público de marcas internacionales para un mayor control de los vertidos, pero, para Niraj Singh, los desafíos a los que se enfrenta la industria de la moda continúan siendo importantes: “la complejidad regulatoria, una búsqueda constante de costes de producción bajos, la falta de formación sobre gestión de químicos en las fábricas productoras y una transparencia que tendría que seguir avanzando”.
En este contexto, los fabricantes de moda deben apostar por buscar la visibilidad de toda su cadena de suministro y realizar tests y auditorías de productos terminados, de agua y residuos, de gestión de químicos y de materias primas. “Solo buscando un enfoque que permita monitorizar la gestión de los productos químicos y con un trabajo conjunto a lo largo de la cadena de suministro será posible una mejora continua que nos beneficia a todos”, ha apuntado Singh.
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