La revolución digital es una realidad. Sin embargo, las compañías españolas todavía tienen mucho que hacer para alcanzar una posición destacada entre las principales economías del mundo y escalar desde el puesto 45 que ocupa nuestro país en la actualidad. En este sentido, la presidenta de Siemens España, Rosa García, denunció que «España ocupa un lugar preocupante en cuanto a digitalización». «Las empresas tienen que ser conscientes de que aumentar las inversiones en esta materia les ayudará en la diferenciación de sus productos», añadió García.
No obstante, las compañías españolas no deben entender la digitalización como un proceso para ayudar a mejorar su funcionamiento, sino como un proceso para centrar sus esfuerzos de crecimiento a través de las necesidades de los clientes.
«La digitalización proviene de un cambio que hoy en día es el motor de la economía: el cliente, que exige productos más personalizados y complejos», explicaba la presidenta de Siemens España durante el desayuno organizado por elEconomista junto a KPMG sobre la digitalización.
El principal pilar sobre el que debe apoyarse esta transformación de las compañías españolas es la educación, tanto a nivel empresarial como a nivel gubernamental. Las cuatro claves que señala Rosa García como fundamentales para esta formación 4.0 son crear un sentido de emprendedurismo, crear una formación mucho más dual, meter mucho más conocimiento digital en los colegios y enseñar la necesidad en las empresas de seguir formándose.
En palabras de Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, «la digitalización es un proceso imparable, no cabe la opción de no transformarse». En este sentido, el presidente de esta firma de servicios profesionales señala cinco claves básicas para la transformación digital: omnicanalidad, integración del ecosistema digital, capacidad para analizar datos y extraer valor, potenciar la realidad aumentada y sistemas cognitivos.
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