Septiembre, el mes de la vuelta a la oficina tras año y medio de teletrabajo: ¿Qué ha cambiado?

En septiembre se prevé la vuelta a la oficina de la mayoría del personal que todavía se encuentra en teletrabajo. Sin embargo, el teletrabajo ha calado hondo, sobre todo en la conciliación de los empleados, por lo que la opción más demandada a partir de ahora será el modelo de trabajo híbrido.

En este casi año y medio unos 3 millones de trabajadores (14,5% del total según la EPA) han desarrollado su trabajo diario desde sus hogares, al principio por imposición gubernamental, en los últimos meses por precaución sanitaria, pero a partir de septiembre solicitarán teletrabajar algunos días para mejorar la conciliación con su vida privada, conocedores de unos beneficios que antes de la pandemia desconocían.

Sin embargo, cuando un empleado realiza, en un periodo mínimo de 3 meses, más del 30% de su jornada en remoto, es necesario firmar un acuerdo de teletrabajo entre el empleado y la empresa. En el que, entre otras cosas, se ha de negociar una posible compensación de los gastos del empleado en cuanto a sus consumos habituales: luz, agua, gas … Este gasto extra es el stopper principal de las organizaciones para ofrecer teletrabajo. En 2019, los trabajadores a distancia suponían el 4,8% de la población activa y un 3,5% más con aquellos con teletrabajo ocasional, según el INE. El mismo organismo publicó que “el Teletrabajo y el Incremento del nivel de digitalización fueron las fórmulas más utilizadas en el segundo semestre de 2020 por los gestores de los establecimientos para mantener el nivel de actividad anterior a la crisis”, por lo que la fórmula de hacer desaparecer el teletrabajo, por un descenso de la productividad, se complica.

La concentración en oficinas, cosa del pasado

Una de las políticas adoptadas por las empresas durante la pandemia fue reducir el tamaño de sedes u oficinas, para reducir costes y, con ello, el impacto de la crisis, pero ¿y ahora qué hacemos si la vuelta a la oficina es masiva?

En un caso práctico habitual, una organización que ha reducido el 30% de su superficie de oficina, en la que tenía colocados 100 puestos de trabajo, ahora podrá alojar simultáneamente unos 70, ¿qué hace con el resto? ¿Cómo gestiona quién va a la oficina, y qué días va? Si la empresa no quiere renunciar a la minimización de gastos, un alquiler más bajo (en los casos de oficinas de no propiedad) y la reducción de costes de luz, agua, gas, café … ¿qué opciones tiene?

Las oficinas polivalentes se alzan como una posible solución. Sin puestos definidos, salvo algunos despachos, comenzaron a pisar fuerte en España hace unos años de la mano de grandes multinacionales que copiaban el modelo Silicon Valley, por eso de ser la punta de flecha de la innovación. Ahora las mismas compañías referente han elegido el modelo híbrido como su opción de presente y futuro.

Microsoft ha anunciado que espera que muchos de sus empleados, una vez superada la pandemia, combinen el trabajo a distancia y el presencial.

Facebook, de la mano de su fundador y consejero delegado Mark Zuckerberg, anunció hace unos meses que apostaba por el modelo híbrido, incluso manteniendo perfiles de teletrabajador según función y desempeño, así como para reclutar talento que no estaba dispuesto a mudarse hasta las ciudades donde están sus sedes.

Por su parte, Google prevé que el 1 de septiembre la plantilla retornará al trabajo presencial varios días a la semana, apostando implícitamente por el modelo híbrido, según notificó hace unos meses a sus empleados.

Mantener el teletrabajo como parte de una política de salario emocional para los empleados es la decisión correcta para retener talento, y también ajustar costes, pero la pregunta que se hacen muchos directores de RR.HH hoy es cómo gestionarlo sin que suponga un hándicap para la empresa. No solo las grandes multinacionales tecnológicas pueden adaptarse a este nuevo escenario laboral, las nacionales y también las pymes pueden aprovechar este nuevo contexto para optimizar al máximo sus recursos. La gestión de equipos híbridos con soluciones 100% digitalizadas abre un abanico de posibilidad que, gestionadas con las políticas internas correctas y las herramientas adecuadas, significarán no desperdiciar ni un minuto, ni un euro.

Acostumbrados a reservar cita para el médico o asientos en un avión, ¿sería igual de fácil reservar un puesto de trabajo para los días que vayamos a la oficina?

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