Cómo enfrentar la pesadilla que implica trabajar el lunes

“Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo” Mahatma Gandhi

Para nadie es desconocido que no existe algo más lejano a la felicidad que presentarse a trabajar el lunes. La carga emocional que representa este día es sinónimo de estrés, fastidio, desmotivación y un sinfín de emociones negativas debido a la falta de felicidad en el trabajo que ofrece este día. Así lo afirma Alexander Kjerulf, conferencista internacional sobre la felicidad en la oficina.

En este sentido, la felicidad que puede significar el lunes en nuestros colaboradores no es un tema de idealismo o de inocencia, sino de productividad, compromiso y creatividad. Razones suficientes para no desestimar la depresión de iniciar una nueva semana.

Ante esto ¿Cómo hacer para darle un giro al estigma que representa el lunes? Por supuesto que no existe una solución que ponga remedio final de la noche a la mañana. Se trata de desarrollar ciertas habilidades que, con disciplina, seguro te darán un mejor panorama.

En base a esto, a continuación, se proponen algunas recomendaciones para que puedas enfrentar de una manera distinta el primer día de la semana, considerando que una buena actitud es la base para lograr este y todos los objetivos que te propongas.

Organízate desde el viernes. En la medida de lo posible, dedicarle unos minutos del viernes por la tarde (de esos que pasan más lentamente) a la planeación son vitales. Esto hará que no llegues en “blanco” a tu lugar de trabajo y te empieces a estresar antes del primer café. No olvides organizar y separar lo importante de lo urgente.

Date tiempo de recuperación. Definitivamente dos días no son tiempo suficiente para dedicárselo a lo que realmente queremos (o al menos eso sentimos). Es por ello que regularmente la noche del domingo para el lunes es a la que menos tiempo dedicamos para dormir. Razón suficiente para despertar sintiéndote fatigado y con ganas de extender el fin de semana un día más. Procura dormir temprano el domingo por la noche, esto hará que tengas un sueño realmente reparador y logrará que te levantes como nuevo, lleno de energía y vitalidad.

El lunes empieza por ti. No inicies la semana revisando los correos que han llegado a tu smartphone por cortesía de tu jefe. En lugar de esto, empieza haciendo un poco de ejercicio o consiéntete un poco y prepárate un desayuno que sea de tu mayor agrado, selecciona las prendas que más te gusten cómo se te ven, toma un baño fresco acompañado de esa música que hace que se levante tu ánimo y que incluso logra sacar las mejores notas de tu ronco pecho. No importa si no tienes la mejor voz. Tu amor propio hará que te sientas el más grande de los tenores de forma automática.

Sé agradecido. Tal vez te suene muy trillado esto, pero ¿Te has puesto a pensar en toda esa gente que no tiene trabajo? ¡Afortunadamente tú tienes uno!!! Tienes familia y amigos que te apoyan. Piensa que muchos desearían tener lo que tú tienes aún con sus matices. No importa cuáles sean tus creencias, “agradecer siempre trae paz a un día que de otra manera hubiera sido caótico”. Así lo manifiesta la Psicóloga Andrea Méndez. “La gratitud conduce a la grandeza. Puede, literalmente, convertir lo que tienes en más que suficiente. El trabajo en alegría, el caos en orden, la incertidumbre en claridad.”

No seas El Grinch de la oficina. Da lo mejor a los demás empezando por los buenos días, saluda y deséales lo mejor. Enfrenta las malas caras con una sonrisa. Tienes la oportunidad de ser el parteaguas entre un buen y un mal inicio de semana. Sé positivo. Evita juzgar a los demás. Al final de cuentas no sabes qué es lo que le pasa a cada uno de ellos. Piensa que una persona alegre y positiva es más atractiva para los demás.

Haz planes para la noche. El iniciar una semana laboral no significa que tenga que empezar alejado de las bondades que te da la vida. Planea una salida al cine, una cena o simplemente prepara tu película favorita para terminar el día. Cocinar o salir con alguien también es una buena opción. La idea es pretender hacer algo que te guste para que tu cerebro esté ansioso de llegar a ese momento agradable para sobrevivir fácilmente al día más pesado de la semana.

El poder ver nuestro trabajo como una oportunidad y no como una obligación puede marcar la diferencia en cómo se desarrolla toda la semana. Tener este beneficio te permite lograr metas y autorrealizarte a nivel personal, así como relacionarte con gente maravillosa y darte lo necesario a ti y a tus seres queridos.

“Lo que con mucho trabajo se adquiere, más se ama” Aristóteles