La simulación en el aprendizaje es un método eficaz basado en tecnologías informáticas inmersivas que concibe a los alumnos como agentes activos en el desarrollo de sus conocimientos, habilidades y actitudes profesionales mediante la experiencia. Dada su capacidad para simular escenarios reales, permite que los participantes tomen decisiones, evalúen las consecuencias de las mismas y obtengan un feed back constante de sus acciones, resolviendo los problemas que puedan surgir con el objetivo de evitar riesgos innecesarios.
A partir de diversas investigaciones, tales como el Cono de la Experiencia del pedagogo Edgar Dale o del psicólogo Salvatore Soraci, se ha demostrado que recordamos mejor aquello que aprendemos por experiencia directa (lo que hacemos y decimos). Es lo que se conoce como Learning by doing.
Learning by doing: organizaciones y trabajadores
Las simulaciones proporcionan un alto nivel de interacción, tanto a nivel de procesos hombre-máquina como aplicadas en estrategias de negocio. Esta interacción favorece un mayor nivel de motivación y de compromiso entre los participantes, que se ve reforzado por las competencias adquiridas durante la ejecución del proceso y del trabajo en equipo.
La motivación se logra fomentando el efecto lúdico con interfaces cercanas a los videojuegos, la personalización de la información mediante la manipulación de ciertas variables según las necesidades o intereses, o consiguiendo un ‘efecto Wow’, momento en el que el participante llega a una conclusión antes de saber la solución.
Todas estas técnicas permiten aprender más rápido, ya que modifican el modelo de aprendizaje partiendo de una situación concreta para luego deducir un principio, mediante procedimiento inductivo, frente al clásico procedimiento que primero explica los principios para luego analizar casos particulares a modo de ejercicios o ejemplos.
De esta forma, se mejora la adquisición de habilidades para saber cómo reaccionar ante determinadas situaciones. En este sentido, se potencia la formación técnica y funcional basada en la experiencia, la resolución de problemas y la toma de decisiones, así como las habilidades interpersonales y de comunicación o competencias en equipo.
La simulación en el aprendizaje tiene además numerosos beneficios tanto para los trabajadores como para las organizaciones que la aplican en sus procesos de formación. El entrenamiento para predecir posibles errores y mejorar la capacidad de respuesta o el incremento de la motivación son dos consecuencias claves de la utilización de este método para sus participantes.
Por su parte, las propias organizaciones consiguen una mayor implicación por parte de sus empleados y optimizan la curva de aprendizaje, gracias a una mayor competitividad por la reducción del tiempo destinado al proceso y de la aplicación de estos conocimientos. Esto, por tanto, supone una reducción de los costes, ya que implica una formación no presencial y de menos duración, al tiempo que la práctica por simulación ayuda a que los trabajadores puedan consultar continuamente la información instruida, actualizándose y reciclándose constantemente.
Retos futuros del aprendizaje por simulación
La simulación, como método de formación para las organizaciones, es cada vez más habitual en el mercado debido a sus múltiples beneficios. No obstante, en plena era de transformación digital, es necesario que este nuevo escenario del aprendizaje se adapte a algunos retos futuros:
1. Estandarización.
Se han puesto en marcha diversas iniciativas que tienen como objetivo desarrollar estándares que garanticen su integración en el contexto de los Servicios Digitales de Aprendizaje.
Como es el caso del consorcio EDUPUB, respaldada por el ISO-SC36 y por IEEE LTSC.
2. Experiencia de usuario y accesibilidad.
La posibilidad de un aprendizaje mediante la simulación de espacios y nuevas realidades proporciona al usuario una experiencia diferente a la de los métodos tradicionales, poniendo de manifiesto un alto componente inmersivo y adictivo. Es importante que estas simulaciones permitan afrontar situaciones realistas de una manera fácil e intuitiva.
Además, a lo largo de todo el proceso, el usuario deberá estar informado sobre los pasos que da en cuanto a la toma de decisiones y resolución del proyecto, a fin de que aprenda a gestionar las adversas situaciones que se le plantean mientras estimula un sentido crítico hacia ellas.
No obstante, a fin de que el aprendizaje sea inclusivo, este método se debe contemplar desde el concepto del “diseño para todos” bajo la definición de unos criterios de accesibilidad en el uso de las tecnologías digitales, con el objetivo de que se garantice el acceso de todas las personas, con o sin discapacidad, a estas herramientas de formación.
3. Aprendizaje adaptativo y Learning Analytics.
Son instrumentos muy eficaces para mejorar el aprendizaje, los cuales, mediante las nuevas tecnologías y herramientas digitales, consisten en que sean los propios alumnos los que escojan los pasos a seguir en su proceso de formación y adapten la propuesta educativa a cada uno según sus propias aptitudes. Todo esto es posible gracias al análisis de los datos obtenidos durante su aprendizaje, que permite tomar decisiones más acertadas para una enseñanza personalizada.
En concreto, estas herramientas aplicadas al método de la simulación garantizan que los empleados obtengan mejores resultados, ya que adaptan su itinerario de aprendizaje a sus necesidades y consiguen una atención más personalizada. Además, según sus capacidades, adquieren conocimientos de una forma más rápida y eficaz, adquiriendo estrategias para la resolución de conflictos y obteniendo información sobre sus debilidades y fortalezas que les permite reflexionar para progresar y mejorar los resultados.
En cuanto a la propia organización, ésta consigue una mayor competitividad y optimización de su estructura gracias a una mejora evidente de las capacidades de su equipo. El análisis y la recopilación de los datos, tanto de los resultados como del esfuerzo de cada uno de ellos, proporcionan una información útil y completa que ayuda a establecer una atención más individualizada, centrándose en las necesidades de cada uno y sacando el máximo provecho.
4.- Colaborativo
El trabajo en equipo supone que sus miembros se organicen de una manera determinada y cooperen para lograr un objetivo común. En este sentido, la colaboración en el método de la simulación va más allá, y la propia interacción de los participantes hace que aprendan a partir de la colaboración.
La simulación colaborativa se presenta así como un escenario donde se fomenta el desarrollo de las habilidades, actitudes y valores de los profesionales. Destacan aquí aspectos como su flexibilidad y capacidad de adaptación ante cualquier desafío que pueden resolver gracias a su interdependencia.
En definitiva, esta estrategia de formación en las organizaciones se presenta como un método novedoso, eficiente y exitoso para la optimización de sus estructuras, para impulsar el rendimiento de sus empleados y aumentar la productividad del negocio.
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