Diversos estudios sobre la productividad en los países europeos, continúan posicionando a España entre los menos productivos. Alemania lidera las primeras posiciones.
Se pueden analizar los diversos factores que influyen en nuestra baja productividad desde el ángulo de la INTRAHISTORIA del “improductivo”.
Este personaje tóxico, muy perjudicial para el tejido productivo, y para toda la sociedad, tiene su historia de evolución y escalada profesional, empresarial, y política. Una pobre historia que tanto lo ha enriquecido a costa del empobrecimiento de todo un territorio.
¿Tiene nombre el improductivo? Lamentablemente, son muchos, los que conforman este club de élite (poco intelectual), pero de buenos negociantes.
La gravedad, desde mi punto de vista, es que pasados ocho años de crisis, y con unos datos socioeconómicos escalofriantes en el conjunto de nuestro país, y especialmente en territorios como Andalucía; continúan predicando la bonanza económica determinados “IMPRODUCTIVOS” del ámbito de la economía, de la Universidad, de asociaciones empresariales; parapetados bajo el apoyo del club de élite.
Afortunadamente, muchos españoles de bien, auténticos patriotas del bien común; que aman a su país, y tienen verdadera pasión y vocación profesional, están trabajando intensamente para investigar y en su momento detener a tanto “negociante de salón”, que no cree en España; cuya única misión es el enriquecimiento a costa del gran esfuerzo del conjunto de la ciudadanía.
Valoro mucho el gran esfuerzo de jueces, fiscales, y cuerpos de seguridad. ¡Qué gran labor de saneamiento democrático están realizando! Debemos reconocer, todos los españoles de bien, el gran sacrificio, y la valentía de estos ciudadanos PRODUCTIVOS para España.
A estos personajes del “teatrillo improductivo” les repele la palabra RENDIMIENTO. Una cosa es el incremento de su beneficio personal, y otra muy distinta es la mejora de su rendimiento: profesional, empresarial, laboral, o político.
Así, por ejemplo, el rendimiento de un directivo (de una empresa o asociación empresarial) es el fortalecimiento de la sostenibilidad y el crecimiento productivo empresarial. ¿A qué se han dedicado, estos últimos años, determinados gerentes y presidentes? ¿Han incrementado la productividad de sus empresas en las organizaciones que dirigen?
Y aquellos políticos que han colocado a toda la familia en puestos relevantes en distintas administraciones e instituciones públicas. ¿Qué rendimiento político han aportado? Y lo más importante: ¿han mejorado la calidad de vida de los ciudadanos?
España es un gran país con mucha potencialidad. Se trata de desmaquillar, y en su caso denunciar, esas tramas que conforman el ENTRAMADO IMPRODUCTIVO. No nos falta creatividad, inteligencia, valentía de emprendimiento, y valores democráticos para posicionar a nuestra tierra en el lugar que se merece.
¡Construyamos productividad!
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